26 de enero de 2014
REFLEXIONES SOBRE LOS PASOS PERDIDOS, DE ALEJO CARPENTIER
Por Vladimir Espinosa Román
Alejo Carpentier nació en la Habana
en 1904 y murió en París en 1980. Fue novelista, narrador y ensayista cubano
con el que culmina la madurez de la narrativa insular del siglo xx. Una de las figuras más destacadas de
las letras hispanoamericanas por sus obras barrocas como: El siglo de las luces, Los
pasos perdidos, El reino de este
mundo, Viaje a la semilla, Guerra del tiempo, etcétera.[i]
Lo real maravilloso
La novela autobiográfica de Los pasos perdidos es en gran medida lo
definido por su autor: lo real maravilloso. Significa pues, que dentro de la
realidad americana (la del continente americano) hay tantas cosas maravillosas
que hasta la fecha no han sido descubiertas. En estas tierras vírgenes donde lo
atemporal y la falta de conciencia histórica permiten que convivan en una misma
época el Neolítico, el Medioevo, el Renacimiento y un Romanticismo singular y
poético. No se necesita imaginar nada, ni fantasear nada para escribir. Las
personas, los paisajes, la naturaleza y las culturas mesoamericanas nos dan
todas las herramientas para adentrarnos en un mundo descrito por Carpentier
como lo real maravilloso. Dice Carpentier respecto a lo real maravilloso en el
prólogo de su obra El reino de este mundo:
[…] lo maravilloso comienza a serlo
de manera inequívoca cuando surge de una inesperada alteración de la realidad
(el milagro), de una revelación privilegiada de la realidad, de una iluminación
inhabitual o singularmente favorecedora de las inadvertidas riquezas de la
realidad, de una ampliación de las escalas y categorías de la realidad,
percibidas con particular intensidad en virtud de una exaltación del espíritu
que lo conduce a un modo de ‘estado límite’.[ii]
Critica Carpentier
severamente a los surrealistas por ser faltos de creatividad para escribir y
para pintar. Critica en general a los escritores europeos que inventan
historias fantásticas carentes de todo sentido, pues en la América Latina las
historias fantásticas se vuelven realidad a través de la mística de la fe.
Los pasos perdidos
Los pasos perdidos son un símbolo de las equivocaciones de la vida, las
cuales solamente han logrado que nos desviemos del verdadero propósito de
nuestras vidas, del destino trazado por el Gran Arquitecto del Universo, el Ser
Supremo intangible e ininteligible. Son los pasos
perdidos en toda la novela los errores de un hombre que intenta y busca
desesperadamente darle cauce y propósito a su vida. En una narración espléndida
en forma de soliloquio como la obra del emperador Marco Aurelio, Meditaciones, Carpentier se encuentra a
sí mismo al regresar a su tierra de origen en el continente americano, en una
isla azotada por ciclones y huracanes, Cuba: “Me sentía dominado más bien por
un indefinible encanto, hecho de recuerdos imprecisos y de muy remotas y
fragmentadas añoranzas [...]”.[iii]
Dos referencias de esa
búsqueda del ser mismo y de la frase citada por Platón en La Apología de Sócrates sobre el oráculo de Delfos: “conócete a ti
mismo”, deber implacable de todo hombre, las tenemos por Carpentier: “‘Además —gritaba
yo ahora—, ¡estoy vacío! ¡Vacío! ¡Vacío!’[...]”.[iv]
[…] Extieich— solía imponernos para
“despertarnos”, según decía, y ponernos en estado de conciencia y análisis de
nuestros actos presentes, por nimios que fueran. Invirtiendo para su uso
propio, un principio filosófico que nos era común, solía decir que quien actuaba
de “modo automático era esencia sin existencia”.[v]
El hombre inconsciente de sus
actos cotidianos, se olvida de sí mismo y pierde el sentido de la vida, la
felicidad. La felicidad puede estar en cualquier parte, depende de nosotros
hallarla. Si el conocimiento verdadero de las cosas nos ayuda a encontrar dicha
felicidad, entonces es necesario buscar dicho conocimiento. Ese conocimiento es
hallado por el musicólogo en la selva, la cual figura un templo de sabiduría
infinita que enseña a través de la naturaleza, los conocimientos indispensables
para ser feliz. El pretexto para adentrarse en la selva enigmática es un
encargo del Curador del museo organográfico, quien solicita unos instrumentos
musicales fabricados por los indígenas de América.
Tres mujeres que, representan
distintos aspectos en la vida del escritor, se describen en toda la novela: Ruth, representa la ambición de la fama, pues es ella quien figura en el escenario
artístico y además, cuando es rescatado su esposo por un periódico importante,
busca aparecer en todos los periódicos: “[…]Ruth era patética figura de
actualidad, y mi desaparición, ignorada la víspera, se hacía noticia de un
interés nacional”.[vi] Sin
embargo, la ambición de Ruth es abatida por el escritor cuando le confiesa su enamoramiento por
Rosario y que desea divorciarse, pues ya no existe en él ningún afecto,
sentimiento o ternura en su relación marital.
Mouche, su amante francesa, representa la hipocresía, que debe ser desenmascarada.
Su pseudointelectualidad, su farsa de mujer de mundo y su superchería
astrológica la hacen interesante, al igual que sus carnes firmes y sensuales,
las cuales atan al escritor:
A menudo me exasperaba por su
dogmático apego a ideas y actitudes conocidas en las cervecerías de Saint-Germain-des-Prés, cuya estéril
discusión me hacía huir de su casa con el ánimo de no volver. Pero la noche
siguiente me enternecía con sólo pensar en sus desplantes, y regresaba a su
carne que me era necesaria, pues hallaba en su hondura la exigente y egoísta
animalidad que tenía el poder de modificar el carácter de mi perenne fatiga,
pasándola del plano nervioso al plano físico.[vii]
Su hipocresía es desenmascarada cuando nuestro narrador,
descubre en el viaje profundo de la selva cubana, su amorío con el griego en la
isla.[viii]
Además, en esos momentos, él ya no la quería y se le figuraba como una carga
pesada, porque había sido cautivado por la tercera mujer, la hispanoamericana.
Rosario es un símbolo de la
ignorancia latinoamericana, a la cual podía enseñar muchas cosas nuestro
protagonista. Esa mujer mestiza simboliza también la fuerza, la belleza y el candor de nuestra América Latina, inconfundible, que a pesar de
tantas dominaciones e invasiones resurge una y otra vez:
Rosario, en cambio, era como la
Cecilia o la Lucía que vuelve a engastarse en sus cristales cuando termina de
restaurarse un vitral. De la mañana a la tarde y de la tarde a la noche se
hacía más auténtica, más verdadera, más cabalmente dibujada en su paisaje, que
fijaba sus constantes a medida que nos acercábamos al río. Entre su carne y la
tierra que se pisaba se establecían las relaciones escritas en las pieles
ensombrecidas por la luz, en la semejanza de las cabelleras visibles, en la
unidad de formas que daba a los talles, a los hombros, a muslos que aquí se
alababan, una factura común de obra salida de un mismo torno.[ix]
Rosario es también la mujer
liberal latinoamericana, que no da explicaciones y que ama para siempre en el
momento que se entrega. Nunca reprocha nada al amante, y es fuerte ante las
adversidades.[x]
Es evidente que Carpentier en
toda su obra, buscó expresar de manera detallada y poética una serie de sucesos
acontecidos en sus viajes que nos muestran lo intrínseco de su vida. Quiere
enseñarnos que la sabiduría y el camino a la perfección se dan a través de
pasos seguros y evitando a toda costa la trivialidad y banalidad de mundos
sutiles, que a manera de espejismos, nos llevan a los vicios y a la
infelicidad. En las selvas vírgenes latinoamericanas está escrito un nuevo
lenguaje de armonía y de poesía a través del espíritu viviente de nuestro
idioma, el español, que nos conduce al camino de la felicidad.
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada
(Atom)
Categorías
- Crítica (9)
- Ensayo (9)
- Entrevista (2)
- Lengua (2)
- Narrativa (33)
- Poesía (34)
- Recomendación (6)
Colaboraciones
- Berto Naviera (9)
- César Vega (8)
- Iván Dompablo (9)
- Nidya Areli Díaz (9)
- Roberto Marav (7)
- Sofía Mares (13)
- Vladimir Espinosa (9)
- Víctor Alvarado (9)
- Víctor H. Pedraza (8)
Con tecnología de Blogger.
Lo más leído
-
Por Vladimir Espinosa Román Una de las grandes virtudes de Octavio Paz es la maestría de sus obras ensayísticas. Todas ellas ll...
-
Por Nidya Areli Díaz La muertita es una tragedia de corte político y social cuyo tópico principal son las Muertas de Juárez. El...
-
SEMBLANZA Libia Eunice Salcedo Ruiz nació en la Ciudad de México el 25 de agosto de 1971. De madre libanesa es una de las seis hijas...
-
Por Vladimir Espinosa Román La personalidad femenina que se retrata en el cuento “Los convidados de agosto” (incluido en el libro ...
-
SEMBLANZA M ó nica L öwenberg es una artista plástica contemporánea nacida en la Ciudad de México. Sus estudios en Diseño G...
-
Por César Vega Querida Samantha: Trataré de ser lo más concisa y breve al explicarte todo este asunto; en verdad te ...
-
Por Nidya Areli Díaz SEMBLANZA David García Ruiz, Alias Torlonio, nació en la ciudad de Madrid el 6 de febrero de 1964. Pasó ...
-
Por Víctor Alvarado Botas de futbol Ricardo Renedo Todo iba bien hasta que ¡tras!, se escuchó por enésima vez un pelotazo en e...
-
Por Víctor Alvarado Con este, es el quinto intento de escribir unas buenas líneas, dame dos o tres minutos y tal vez lo logre. A...
-
Por Nidya Areli Díaz Ojo por ojo, diente por diente es una obra del dramaturgo Mauricio Jiménez que se originó al adaptar la come...
0 comentarios:
Publicar un comentario